Hermanos y hermanas peruanos, en lo más profundo de nuestro ser, hay una chispa. Una chispa que anhela convertirse en un fuego ardiente, un fuego que solo TÚ puedes encender.
La vida no es una tribuna, es una cancha. Y en esta cancha, tú eres el jugador y el entrenador. ¿Y sabes cuál es la jugada más importante que vas a hacer? “Impúlsate.”
Empújate. Aviéntate. Lánzate. Porque nadie más va a hacerlo por ti.
Ni tus padres, ni tus amigos, ni tu pareja. Ellos te pueden apoyar, te pueden querer, te pueden dar ánimos… pero no pueden vivir tu vida por ti.
Tus sueños, tus metas, tu destino… son TUYOS. Y depende de TI hacerlos realidad.
Mírate al espejo. Esa persona que ves ahí, eres TÚ. Y solo TÚ puedes cambiar tu vida.
Tienes el poder de superar cualquier obstáculo, de alcanzar cualquier meta, de convertirte en la persona que naciste para ser. Pero tienes que despertar ese poder. Tienes que liberarlo.
Así que te pregunto: ¿Qué estás esperando?
¿Estás esperando que alguien te dé permiso? ¿Que alguien te empuje? ¿Que te diga que vales?
No necesitas permiso. No necesitas la aprobación de nadie. Tú vales. Tú eres capaz. Tú eres fuerte.
Así que levántate. Párate derecho. Y impúlsate.
Porque nadie más lo va a hacer por ti. Y ¿sabes qué?
No los necesitas.
Impúlsate. ¡Tú puedes!